Aquí, cada pieza respira la historia de las manos que la moldearon y la de los materiales que se transformaron para darle vida. En cada objeto hay una memoria que ha sido rescatada y restaurada, un ciclo donde lo nuevo y lo antiguo se entrelazan en una continuidad que abraza la belleza de lo duradero. Objetos habitados por artistas mendocinos y de distintas regiones. Nos guiamos por una ética circular, donde lo que pudo ser desecho renace como arte, donde la utilidad se convierte en poesía. Al elegir nuestras artesanías, eliges una historia que persiste, un compromiso con la memoria, un modo de habitar el planeta cuidándolo. Un compromiso con un mundo que no busca el olvido sino la permanencia de la experiencia, hecha a mano para recordarte que cuidando nos cuidamos.