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El mate de cerámica surge del acto audaz de desafiar las formas conocidas. La arcilla, en su forma inicial, parece destinada a repetir una y otra vez las experiencias vistas , pero en el torno, las manos del artesano trazan un camino distinto. Cada giro es una decisión de romper con lo habitual, de permitir que lo inesperado dicte curvas y texturas. El mate se libera del molde que lo limita, adquiriendo un carácter propio donde lo utilitario y lo artístico convergen.
El resultado es más que un recipiente: es una pieza única, nacida de la valentía de abandonar patrones y explorar nuevas posibilidades. Así, nuestras artesanias en ceramica reflejan no solo el oficio, sino también la voluntad de transformar la tradición en algo vivo, irrepetible y profundamente personal.